sábado, 19 de marzo de 2016

De fallas a ramos.




Por culpa de un fallo de salud involuntario, imprevisto, inoportuno he tenido que comerme las fallas. Estoy exagerando un poco porque el barrio es bastante tranquilo y si lo único que podría molestarme, el ruido de las mascletàs al mediodía, es de lo que más me gusta de la fiesta, pues entonces... no hay tragedia. Aprovechando que la fiebre, la mía, ha desaparecido hace un par de días decido que tengo que reponer los gramos que se ha llevado el ayuno y, por consiguiente, las fuerzas. Para ello nada mejor que unos buñuelos con chocolate que eso sí que es comer de verdad. Como el chocolate lo tengo en casa desde las navidades, si quiero acompañarlo no me queda otra que abrigarme y salir.

Mientras camino hacia el destino que me he propuesto, se me cruza por delante "Un cuento japonés", la falla que se ha llevado el tercer premio de la categoría especial de infantil. Aprovecho la ocasión, para eso tengo un móvil de pecado y no todo el mundo tiene el privilegio de que le planten una falla en los pies. No leo los letreros que justificarían al conjunto escultórico, pero apuesto a que es un homenaje póstumo a Mizuki el dibujante de cómic y manga. Hago dos o tres disparos, sin poses ni enfoques, que dejen constancia del hecho y prosigo mi viaje.

Me toca hacer cola detrás de una docena  de golosos que buscan lo mismo que yo. De repente me entra por la garganta un involuntario, imprevisto, inoportuno ataque de tos que apenas me deja respirar entre estertor y estertor y busco desesperadamente en el fondo del bolso algún caramelo que consiga remediarme la crisis. Me preocupa que mis toses puedan molestar a los más cercanos, pero constato enseguida que la única nerviosa por mi estado soy yo. Nadie parece haber oído nada. Ya está, ya pasó. Soy una más en la cola; otro ser que sobrevive en solitario en medio de la multitud.

Regreso a casa con los buñuelos graseando la bolsa de papel y las papilas gustativas al borde del éxtasis. En pocas horas todo habrá acabado. El fuego se llevará los monumentos, el invierno y ojalá se lleve también los virus y todo lo que consideramos inútil.

Mañana será Primavera y, aunque no suelo hacer planes, tal vez en semana santa pueda estar en otro lugar para poder constatarlo,  compartiendo unas humildes sabrosas  serenas torrijas.





martes, 8 de marzo de 2016

Mujer, tú eliges!

Es tiempo de efectuar una revolución en los modales de las mujeres,
tiempo de devolverles su dignidad perdida y hacer que,
como parte de la especie humana,
trabajen para reformar el mundo,
mediante su propio cambio.

Mary Wollstonecraft (1.792)




Hay hombres (y mujeres) que luchan un día y son buen@s.
Hay otr@s que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años y son muy buen@s.
Pero hay l@s que luchan toda la vida:
es@s son l@s imprescindibles.

con permiso de: Bertolt Brecht.