sábado, 28 de julio de 2012

Allí me encontrarás.



Gira en la segunda estrella a la derecha y vuela recto hasta el amanecer.


lunes, 23 de julio de 2012

¿Nos hacemos a la mar?


La siembra ha dado sus frutos y el calor ha colmado la mies de vida. 
Ahora que ya conozco el filo de tu lengua y la agudeza de sus adjetivos quiero degustar el verbo, cómo suena el silencio dentro de tu boca y la presión que ejercen tus dedos fuera del teclado.
Es hora de recolectar, antes de que llegue un fuego inoportuno y lo destruya todo.

martes, 17 de julio de 2012

A personal craisis.



Encontré a Sofía barajando facturas y extractos bancarios. Siéntate -dijo, enseguida preparo un café. Si no surgen demasiadas zancadillas, prosiguió, sobreviviré un par de años más estirando el chicle. Ya no sé muy bien de dónde recortar. Desde que empezó la crisis, he descubierto el apurado de las maquinillas con cinco cuchillas que serían la envidia de muchos corta-césped. En los últimos cuarenta y ocho meses, he ido dos veces al cine. Hace dos años anulé un seguro médico; negocié con la aseguradora una nueva tarifa, teniendo en cuenta que apenas lo utilizaba, sugerí que deberían crear un bonus para quienes llevan con discreción su dolor, pero contestaron que no contemplaban esa posibilidad. He suprimido de mi vocabulario la palabra vacaciones y ahora sólo realizo algún desplazamiento. Incluso he restringido el cortadito con prensa que tomo alguna tarde, en un momento kit-kat. También me pasé al bando de las marcas blancas; en este paso decisivo, tuve un poco de ayuda pues me encontré con un estudio realizado a la calidad de la leche en el que constaba que, la de dos cadenas de supermercados, figuraban en segundo y tercer puesto, antes de otras con supuesto renombre. Desde el curso pasado no voy a clases de yoga; subo/bajo/subo escaleras, y respiro profuuuundamente para aprovechar al máximo el oxígeno. Y estoy pensando en dejarme el pelo como la señora que se ha hecho millonaria vendiendo horribles ositos, y fardar de que me lo he teñido de natural. Cuando enciendo la luz, me obsesiono con  los vatios que consumiran los halógenos mientras corro hacia el interruptor de la lámpara con bombilla de bajo consumo. Más pronto que tarde, me plantearé prescindir de internet y pasarme al papel de piedra, aunque no sé yo qué resultará más económico...
No debo deprimirme -encendió un cigarrillo convenciéndose a sí misma, sería un lujo y no puedo despilfarrar. Dos años es mucho tiempo... ¡Hasta me puede tocar el gordo de la lotería!... Otros, demasiados, no saben ni cómo podrán llegar hasta mañana.


viernes, 13 de julio de 2012

El fin de un esfuerzo.


Contra toda opinión, no son los pintores sino los espectadores quienes hacen los cuadros. 
(Marcel Duchamp)


Duchamp fue uno de esos artistas que no quiso ignorar la realidad de la época que le tocó vivir y la plasmó a su manera, convirtiéndose así en el provocador vanguardista más importante del siglo XX. En 1914 realizó sus primeros ready-mades que no era otra cosa que presentar como obras de arte los objetos cotidianos separados de su entorno habitual. Exaltó el valor de lo coyuntural, lo fugaz y lo contemporáneo, convirtiéndose en defensor de la creación artística como resultado de un puro ejercicio de la voluntad, sin necesidad estricta de formación, preparación o talento. Su compleja imaginería, llena de insinuaciones eróticas y el empleo de procedimientos aleatorios ayudaron a cimentar su fama, así como sus sutiles  comentarios sobre la obra realizada. En 1920, junto a Katherine Dreier y Man Rayfundó el primer museo de Arte Moderno: Société Anonyme.

Aunque su obra lo parecía, él afirmaba que no pertenecía al movimiento Dadá, por cierto, extinguido hace tiempo pero que sin duda resurgirá. Cuando en política todo vale...


sábado, 7 de julio de 2012

Horroróscopo.



Sin nada mejor que hacer, me he puesto a divagar sobre la influencia de los elementos. De la tabla periódica no, de los otros. De esos que habría que echarle de comer aparte tampoco sino de los TAFA, esto es, en los que se divide el zodíaco, y que dependiendo del mes en que hemos aparecido por este mundo, supuestamente, ejercen su particular poder sobre nuestra endeble voluntad. Siguiendo esta línea de pensamiento profundo, se me ocurre que... los  pertenecientes al elemento Tierra son seres  compactos, poco dados a la flexibilidad, y cuando esto ocurre, es probable que sea  debido al tenaz influjo ajeno. Los de Agua serían escurridizos al tiempo que les sobra capacidad para provocar una inundación a nada que olvides cerrar un poro, o tengas un rasguño en la piel. Los de Fuego lo mismo te calientan un poquito que un mucho, o un demasiado y acabes convertido en cenizas. Y qué decir de los de Aire, su dominio es indiscutible, consuelan con suaves brisas, sí, pero cuando se enfurecen arrasan todo lo que pillan. Mirando el lado positivo de todos ellos... ¡pues ya se sabe!... todos somos divinos, claro, claro.