martes, 31 de diciembre de 2019

Punto seguido


...Y la vida siguió
como siguen las cosas
que no tienen mucho sentido...
(J. Sabina)




Punto y aparte
Punto de partida
Punto de encuentro
Punto de mira
Punto de cadeneta
Punto de aguja
Punto de encaje
Punto de hebra
Punto de cruz
Punto filosófico
Punto de fantasía

Punto de congelación
Punto de fusión
Punto de sutura
Punto cardinal
Punto de referencia
Punto céntrico


Punto de observación
Punto ciego
Punto crítico
Punto crudo

Punto de nieve

Punto de costado
Punto de distancia
Punto de estima

Punto de escudaría
Punto de fábrica
Punto equipolado

Punto de vista
Punto fijo
Punto filipino
Punto fuerte
Punto flaco
Punto medio
Punto final

Punto interrogante
Punto negativo
Punto neurálgico
Punto negro
Punto musical

Punto muerto
Punto por encima
Punto positivo
Punto torcido
Punto triple
Punto visual

En su punto
Medio punto
Dos puntos


Punto débil
Punto fuerte
Punto de apoyo
Punto y coma
Punto de inflexión
Punto de caramelo
Punto G
Punto pelota
Punto y seguido

.  .  .



martes, 10 de septiembre de 2019

Karras...



... Un sol que seguirá brillando en el corazón.


miércoles, 10 de abril de 2019

Metáforas y conclusiones.


"Como arriba es abajo; como abajo es arriba"
Hermes Trimegisto



"Como adentro es afuera; como afuera es adentro"


miércoles, 20 de marzo de 2019

Regresó, igual de arrolladora que siempre.

"No me tientes, que si nos tentamos
no nos podremos olvidar."
M. Benedetti



"Me gusta el viento. No sé por qué, pero cuando camino contra el viento parece que me borra cosas. Quiero decir: cosas que quiero borrar."
Primavera con una esquina rota
(Mario Benedetti)


miércoles, 13 de marzo de 2019

Caseramente probado.



He realizado un experimento parecido a aquél que aseguraba que no se pueden sumar peras con manzanas porque... ¡No recuerdo qué gaitas pasaba!. Para salir de la duda,  en un frutero de lo más corriente (bueno, muy corriente no... es un vuelca tortillas de cerámica reciclado en frutero), he mezclado frutas de colores y formas similares (por aquello de minimizar las diferencias)   con texturas y sabores de lo más heterogéneas . Y ¿qué crees que ha pasado?. Pues que han conectado tan bien que han formado una exquisita Macedonia de frutas.


lunes, 4 de marzo de 2019

El día 8, todas a la calle; se necesitan Carmen's...

Estimada Carmen, 
Gracias por estar siempre en la primera fila de la lucha feminista,
demostrando que se puede ser elegante y guerrera
siendo una misma,
llevemos chanclas, deportivas o tacones.



"El feminismo debería ser declarado Patrimonio inmaterial de la humanidad... Y aquí lo dejo"
Carmen Alborch, dixit
(1947-2018)







Y Carmen, como siempre, acudió.


lunes, 25 de febrero de 2019

Un carnaval permanente.



No recuerdo cuántos disfraces he llegado a ponerme en mi vida, pero sí recuerdo un año apoteósico que me disfracé tres días seguidos, y en esos tres días viví tres vidas diferentes.

El primero fue uno de esos vestidos que recuerdan al de la Bella. Una cortina y un trapito encontrado en un cajón y algunos abalorios fueron suficientes para montar el estilismo. Esa noche se me hizo horrorosamente eterna. No veía llegar el momento de despojarme de aquella prenda aparentemente confortable que resultó ser incómoda e irritante.  Traté de huir  por los intervalos de las puntadas de las costuras, pero no fui nada rápida y la Bestia se me comió. No volvería a repetir modelo.

Al día siguiente probé el lado opuesto, si es que puedo decirlo así. El tango siempre me ha encantado así que me anudé un pañuelo de lunares al cuello, me enfundé en un jersey de rayas rojas y blancas de mi sobrina, y me deslicé en una falda negra hasta los tobillos con aberturas laterales para que se viesen bien los tacones hasta más allá de las rodillas. ¡Guau! Este sí que me sentaba bien. Me había convencido. Por fin respiraba segura, con un arma de doble filo protegiéndome los pies. Sí señoras!

El último día, como despedida, me disfracé de viuda, como esas plañideras en el entierro de la sardina. De madrugada, de vuelta a casa, el sanbernardo de Bego  me salió al paso, ladrando como no podía ser de otro modo. Me pareció más enorme que de costumbre, al tiempo que su nombre desaparecía de mi memoria. ¡Hola guapo! -acerté a decirle cuando ya lo tenía a un par de metros. Aminoró el tono de sus insultos, me olisqueó brevemente y se marchó por donde había aparecido. Sin duda, éste fue el peor de los disfraces que me puse nunca. Además se convirtió en premonición, que años más tarde se consumaría en forma de suceso injusto: el hombre fulminado prematuramente había sido el equivocado.

*   *   *
Después de aquella sinopsis existencial, algunos disfraces fueron poseyéndome sibilinamente y son ellos los que deciden de qué voy un día, una semana, una temporada... sin que pueda remediar esta descarada suplantación de identidad.

*   *   *

Y... ¡¿  si me disfrazo de hombre  ?!


jueves, 14 de febrero de 2019

Debilidad.


- Me estás ocultando algo.
-Siempre voy a ocultarte algo.



Se puso delante y no lo pude evitar: me lo comí entero.
Sólo dejé el corazón... para más tarde.


domingo, 27 de enero de 2019

Receta para guardar el pinsapo navideño.



Bueno pues... el árbol ya está guardado  en su caja enterito y sin podar,  eso sí con más vueltas de rollo adhesivo para que no se escape que giros le doy al coco ante cualquier reto o adversidad. 
La cosa fue así:

Lo puse en la terraza, al sereno de este no invierno, a ver si se reblandecía. Cada vez que pasaba por el ventanal lo veía separado en dos mitades, con las ramas ya replegadas resistiéndose a abrazarse a sí mismo, retándome con un insoportable aire de superioridad. Yo también me puse dura y le regalaba espesos  silencios, aguantando la mirada, haciendo como que lo  ignoraba en un toma y daca mental de "¡yo te jorobo! y ¡yo más!. Sentía que le iba ganando porque notaba cómo me  iba cargando de  resentimiento, pues lo había comprado muy ilusionada, sin embargo el resultado había sido desastroso, causándome un patético estado anímico  retroalimentado evocando lo sucedido. Además, uno de esos días también me esperaba el asiento del dentista...

Una mañana, con un precioso sol y una temperatura primaveral, me serví el desayuno en la terraza, frente a él y sus dos mitades, y mientras sorbía a cucharaditas las galletas disueltas en el café con leche se me encendió la mirada. ¡ Te vas a enterar ! -le espeté en todas las acículas. Pude sentir su temor a ser arrinconado.

Busqué un rollo de cordón fino, que tenía en alguna de las cajas de herramientas,  y una tijera.
Empecé por la mitad más pequeña: até la cuerda al tronco, en la parte inferior, apoyé el brazo izquierdo sobre las ramas y con esa mano estiré de la cuerda hasta unos quince cms . Con la otra mano cogí el rollo de cordón, pasándolo por debajo, alrededor de las ramas, volviendo a la mano izquierda que sujetaba el cordón y pasándolo por debajo de éste, estirando del mismo, se fue cerrando sobre las ramas, apretándolas... y así sucesivamente. Una vez adquirida la maestría con la parte más pequeña, el resto fue pan comido. Después lo metí en la caja (aún se resistía). Bajé las solapas y procedí con la cinta adhesiva: con el brazo izquierdo presioné las solapas y con la otra mano pegaba la cinta al rededor de la caja, al tiempo que ejercía un poco de  fuerza para mantenerla cerrada. No te lo vas a creer pero, al final, hasta cabrían algunas bolas dentro.

¿En serio no lo entiendes? ¡¡¡  Pero si es muy fácil  !!! 


jueves, 10 de enero de 2019

Hasta las bolas.



Lo sé, lo sé... la foto va con retraso:  las calles se limpiaron en cuanto acabó la cabalgata y ya ni me acuerdo de que los reyes magos no son tan magos si no todo lo contrario pero es que llevo todos estos días intentando meter el Abies veitchii en su caja y está resultando materialmente in-posible.    ¡ Estoy pensando en podarlo, no te digo más ! 


martes, 1 de enero de 2019