Queridos Reyes Magos de Oriente:
Otra vez es la noche de Reyes, otra vez me he comido medio roscón, otra vez me ha salido la taba y otra vez me da pereza ir al mercadillo, así que, como es más cómodo, me lo traéis vosotros al balcón y punto.
Bueno, a lo que íbamos: este año pensaba pedirme lo de todos los años para que, para variar, me trajeseis lo contrario y tan amigos. Pero ahora que lo pienso os iba a decir que me he portado muy bien, que no he sido malo etc, etc...y, al escribirlo, me doy cuenta de que es la primera vez que no es mentira, como siempre, lo que digo, pues esta vez es una verdad a medias ya que no he sido ni malo ni bueno, sencillamente no he sido. Pues bueno, tratando de ser, tengo un año por delante para intentarlo y a ver si se me va notando que cumplo años.
Ya que no os pido nada para mí, puedo aprovechar la carta para recordaros que A.. sigue esperando que le traigáis lo que os pide todos los años. Nosotros, mientras conseguís localizarla (ya se que es un lío con tanto cambio de dirección), procuramos que no le falten sus reyes, pero ya se sabe (entre todos la matamos y ella sola se murió), no acertamos ni una. Nos empeñamos en que sean regalos caros, grandes y bonitos y, al abrirlos, se le nota la cara de "Bueno... que si el año que viene hay suerte ...y no vienen llenos de cosas... y vacíos..."... de lo que realmente necesita. Vosotros sabéis mejor que nadie qué es lo que necesita para todos y cada uno de los días del año.
Así que nada de excusas como que no la localizáis pues se la puede localizar hasta en internet, y ya va siendo hora de que os enrolléis, y entre todos consigamos que vea sus zapatos llenos de esos regalos que, supongo, os sobran, pues no solemos pedirnos, ni (desgraciadamente) darnos...amistad, cariño, confianza, sinceridad, ternura, comprensión, amor... ¡Ah, y un corral y un huerto! que lleva años pidiéndoos, y que es por lo único que vale la pena escribiros la carta todos los años.
Bueno, ché, no seáis boludos y adivinar (para eso sois Magos) qué espera encontrarse mi viejita, mañana, en sus zapatos.
L...