- Buenos días.
- Buenos días. Ud. dirá… ¿Qué le ocurre?
- Pues…verá…no sé si sabré explicarme demasiado bien…desconozco el lenguaje técnico…
- No se preocupe, dígamelo a su manera, seguro que podré entenderla.
- Verá…todo empezó de la siguiente manera…Cuando lo manipulé, para poder comunicarme, soy muy física ¿sabe?, emitió un grito inusual y totalmente desconcertante para mí, pero luego se calmó y pudimos intercambiar impresiones, como siempre. En el transcurso de los días, una semana más o menos, pareció estabilizarse, volviendo a ser el mismo de siempre. Sin embargo, un buen día, mejor dicho, una mala noche, después de cenar que, por lo general, es cuando más tiempo tengo y me encuentro más relajada y me apetece…
- Por favor, Señora ¿podría ahorrarse los detalles innecesarios?
- Disculpe…Ud. me dijo que…
- Sí, pero ¿podría ceñirse a referir los síntomas?
- Sí, claro, pero… es que si no…no podrá entender mi dependencia y lo mucho que lo necesito…llevo 5 semanas y media recurriendo a otros y…no es lo mismo… siempre deprisa y corriendo, me apetezca o no...
- Seguro que podré. Continúe.
- …pues, cuando intenté lo de todas las noches…no respondió. Me di cuenta del esfuerzo que hacía por complacerme; se encendía, parpadeaba… pero no conseguía cargarse ¡¡ni en media hora!! Estaba… ¿cómo diría yo? …como en coma; el corazón seguía latiendo…pero no respondía, ni a estímulos táctiles, ni a los insultos que le proferí debido al susto ¡Nada!
- Ummm…Lo siento, no puedo darle un diagnóstico claro. Tendrá que quedarse ingresado, en observación. Esperemos que no sea grave, que se resuelva con una pequeña intervención. No obstante………..en el caso de que sucediera lo peor ¿qué desea Ud. que hagamos?
- …Salve su memoria… ¡Se lo ruego!... es el guardián de mis fantasías, mis pensamientos, mis emociones, mis sentimientos, en definitiva, de mis recuerdos….....................(Cuatro días después)Riiiiiiiiiiiiiiiiiing Riiiiiiiiiiiiiiiiing Riiiiiiiiiiiiiiing- ¡¿Sí?!- Llamo del Servicio Técnico... hemos probado a sustituir el teclado y, en principio, funciona con normalidad. Pediremos uno al almacén y, en cuanto esté listo, volveremos a llamar para que pase a recoger su portátil........................
(Tres días después)
- Buenas tardes, me habéis llamado esta mañana...vengo a recoger mi portátil...
- ¡Ah, sí!...aquí está...son 110 pavos.
- (¡#&$%"*s!)... cóbrese.
.........................
(Al día siguiente)
- Buenos días...quisiera hablar con el técnico.
- Lo siento, acaba de salir por asuntos propios.
- ¡Qué casualidad!
- ¿Viene a recoger o a dejar?
- Vengo a retraerlo... me lo llevé ayer por la tarde y está como cuando lo traje la semana pasada.
- Qué raro. ¿lo quiere dejar y que el técnico le eche un vistazo?
- No. Lo que quiero es que me lo arregle que para eso lo traje hace una semana.
(..Horas después)
Rinnnng, Riiiiiiiing, Riiiiiiiing...
- Dígame...
- Soy el técnico...necesito que me dé la contraseña para blablabla
- (#&$%"*) Pero si se la dí a la señorita la semana pasada... Ud. ha cambiado el teclado y no ha comprobado...
- Oiga ... que el teclado había que cambiarlo porque tenía una tecla pegada y el ordenador ni se encendía.
- ¡De eso nada!, sí que se encendía pero no se cargaba, o cómo se diga, se quedaba enganchado en iniciando y el inicio no se acababa nunca.
- ¿Me da la contraseña?
- Ninguna.
- Espere. Voy a ver.....
- No. Cuelgo, porque podemos pasar así el resto de la tarde. Cuando sepa algo, por favor, vuelva a llamar.
.................
¿Continuará? ¡Continuará! me lo estoy temiendo. ¿A que el caracol va cobrando sentido?