martes, 3 de junio de 2008

La máquina infernal

Hay días que son monótonos y apagados;
es terrible sentirse solo entre la multitud
¿qué hacer cuando vivir resulta pesado,
cuando las risas son fugaces como el relámpago
y las muecas surcan el rostro en profundidad?

Las noches son negras, tristes y frías
el insomnio dilata las pupilas hasta más no poder
sientes la soledad engrandecida
envolviéndote con brazos de sarmiento
hasta hacerte el alma añicos

Y la mente (esa máquina insaciable)
que no descansa ni para dormir:
martillea los sueños hasta romperlos,
recordándonos siempre lo que deseamos olvidar,
tejiendo pesadillas que asustan
(como si estar despiertos no fuese bastante pesadilla ya!)

…es prisión de las verdaderas palabras
que mueren sin cobrar vida
porque los labios (pintados de hipocresía)
se olvidan de pronunciar :
por falta de tiempo
por temor al eco que solo repite a su antojo y voluntad...

Amar (debería ser) sentir con sosiego
la necesidad de abrir la puerta a los sentimientos
y dejarlos florecer serenamente
a la luz de un espejo sin reflejos
y trepen (como la hiedra)
abrigando el espíritu y adornando el cuerpo..

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