jueves, 4 de agosto de 2011

Postal.

 Madrigal de las Altas Torres.

Castilla en verano es así... dorada... madura... intensa... caliente... interminable... sabia...
Uno desea desesperadamente que llegue la noche, con su cielo estrellado y su frescor, sólo para esperar ansioso que amanezca de nuevo y dejar que sus caminos nos sorprendan.
Besos.



11 comentarios:

Dean dijo...

Lo que has escrito es precioso como la mejor de las postales.
Un saludo.

BO dijo...

pero estás en el desierto????? Preciosa imagen la de la foto y la de las palabras. Besos

Karras dijo...

Renovadas ansias poéticas detecto en tus palabras amiga. Claro que esto es una cualidad inherente en tí. Un beso

La Casa del Viento dijo...

Hace una docena de años hice el camino que tu haces ahora, queria ver la noche en la meseta donde parece que si elevas el brazo puedas alcanzar las estrellas.

Campos recien labrados de trigo ese aroma de la tierra calida y el horizonte de un roble que cobila a los labriegos.

Es un mar de amapolas en primavera que espero me regales dentro de unos meses.

Gracias Veineta sigues bona xiqueta.

Desde el viento
Esteban Mediterraneo

FeoMontes dijo...

Ojalá llegue esa noche, porque la foto da un calor... Un beso, Volvo

Belén dijo...

Por dios, no me gusta el verano, hace demasiado calor y me vuelvo tan ocre como esos campos...

Besicos

Gonzalo dijo...

... y aunque no se sepa bien hacia donde le lleve a uno ese "seguir el camino de la historia", como decía alguien, que sea -por lo menos- siempre, SIEMPRE hacia delante.
Un refrescante beso, VolVo.

virgi dijo...

No sabes lo que me gustan esos campos.
Cuando los veo, claro, porque me quedan lejos. Pero me emocionan siempre, sobre todo en primavera y verano.
Un abrazo

Noelia dijo...

Ya lo dijo Machado,

Mediaba el mes de julio. Era un hermoso día.
Yo, solo, por las quiebras del pedregal subía,
buscando los recodos de la sombra, lentamente.


Pd.- Te envío besos fresquitos :)

flower dijo...

Los campos de cereal me requetechiflan. Y lo hacen en todas las estaciones, porque ¡¡mira que están bonitos recién sembrados... y verdes y crecidos con sus espigas llenas de granos arrejuntaditos... y cuando están a punto de explotar...!! Pero cuando está ya cosechado y las pacas como durmiendo en sus campos, son una estampa digna de ser retratada... como tú lo haces.

Besos estivales,

Kacho dijo...

Cuando canta la chicharra... ¡Madre mía, qué calor!

Sabio refrán manchego que difundía el desaparecido Miguel Medina, profesor de Literatura Dramática en la RESAD.

Más bonitas tus palabras. Bella fotografía. ¿Sales por la noche al fresco de la calle con la silla de playa? muax