jueves, 18 de octubre de 2012

Medidas relativas.



¿Cuánto mide un microrrelato?.  A grandes rasgos, la respuesta es sencilla, dependerá, en gran medida, de la capacidad de su autor para decir lo que tenga que decir utilizando su mejor capacidad de síntesis, y conseguir que la historia sea comprensible y atractiva; ésta, estará compuesta de nudo, núcleo y desenlace, y lo más significativo recaerá en la trama y en el personaje. El título es un elemento imprescindible ya que, a veces, puede encerrar en sí mismo la historia que se pretende transmitir. Es recomendable evitar detalles que no aporten nada a la composición; es más interesante mostrar que describir,  y que sea el lector quien interprete su particular visión.

Para muestra dos botones; dos relatos geniales cuya historia la escribirá (en su mente) el lector:

El emigrante: ¿Olvida usted algo? -¡Ojalá!.
Autor: Luis Felipe Lomelí (microrrelato más corto escrito en lengua española, desde 2005)

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El dinosaurio: Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
Autor: Augusto Monterroso (el más corto hasta 2005)

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Crear micros engancha como la nicotina. Partiendo de una idea garabateada en la cabeza, la escribes en un papel como va saliendo (sin censura), y la dejas reposar sobre la mesa. Vuelves a leerla y aparecen nuevas palabras mientras te das cuenta de que sobran muchas otras; eliminas lo superfluo, como un Shuar a su Tzantza.


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