sábado, 30 de enero de 2016

De hábitos y disfraces.




Querido diario... Tengo un problema: Carnaval se me echa encima y  no sé de qué me voy a disfrazar. Han sido tantos los trajes puestos que he perdido de vista los modelos. Estoy pensando qué tal estaría  de monja, que es el único que estoy segura de no haberme puesto nunca. Sí, tienes razón, admito que es una idea un tanto bizarra tratándose de un personaje tan  opuesto a mi filosofía de vida, y además, dudo mucho que un átomo de hipocresía pudiera sobrevivir en mi sistema. No me sorprendería que esta extravagancia tuviese algo que ver con  lo que me traigo entre manos. Te cuento brevemente.

El verano pasado, no sé muy bien por qué, me ofrecí para restaurar el patrón del pueblo. Desde luego no fue por devoción, eso lo tengo claro, así que me inclino a pensar que, si hay algún responsable, no puede ser otro que mi inconsciente y su afición a empujarme a situaciones inverosímiles. Eso ya no importa. Digamos que fue ¿un arrebato?, ¿verlo tan patético me infundió un reto artístico? o que tal vez ¿el ídolo y yo teníamos una cuenta pendiente, que había que saldar definitivamente?.  En una ocasión le pedí un favor.  Se lo tomó al pie de la letra y la petición se convirtió en putada. ¡¿Cómo pude ser tan inocente?! Durante largo tiempo lo puse a caer de un burro y ahora, curtida por el tiempo, ¿quiero demostrarle que soy mucho más piadosa que él?. El caso es que, supongo, la precariedad de su aspecto se deba a que en alguna procesión, en uno de esos vaivenes, el santo brincó del anda al suelo y se pegó la hostia del siglo. ¿Que se lo merecía?,  no voy a decir que no, pero su estado es lamentable y me llena de compasión. Tiene la cabeza desprendida como si hubiese pasado por guillotina, la mejilla izquierda literalmente partida y le falta media nariz. Es evidente que el coscorrón fue tremendo, ¿no?. Además se dio unos cuantos revolcones por el cemento porque tiene multitud de desconchones a lo largo y ancho del hábito franciscano.  Como te decía antes, el ofrecimiento fue  pillado al vuelo por las devotas del lugar, con el visto bueno posterior del párroco; ellas encantadas de recuperar la imagen original del fraile con niño, y él, sabedor de mi condición de descreída, aceptó sencillamente porque sí. Sólo me preguntó si yo era restauradora, a lo que contesté con un No  sonrisado y añadí ¡Soy una manitas!. Le advertí que no podría devolver el italiano, de origen portugués, hasta el verano siguiente. Pero el cura asintió mecánicamente con la cabeza, extasiado como si tuviese delante una santa. Por cierto, se me olvidaba, el niño apenas tiene unos rasguños, ¿no te parece un milagro?

Ya he rellenado los desperfectos con escayola y procedido a la cirugía reparadora del apéndice nasal que, dicho sea de paso, bajo mi punto de vista hipermetrópico, para ser luso la tiene recta y fina. En cuanto a la cabeza... espero tener más éxito en el segundo intento de ensamblaje; el primero fue un fracaso total, no sé si porque la pegué de mala leche o si se resiste por hacerme la puñeta.

Hay momentos en que me viene a la mente un tal nosequién de Borja y entro en pánico.

Querido diario... Ahora que me he confesado, siento que la duda sobre el disfraz para Carnaval es el menor de mis problemas.

11 comentarios:

alfonso dijo...


Te diría que sí eres una manitas, ya sabes, hay un dicho... en comunidad no muestres tu habilidad. Corres pues el riesgo que acudan en socorro unos mil siete curas párrocos que tienes diez mil siete figuras desconchadas. Por no decir un millón de niños con sus figuritas del belén de cuando entraron los nacionales. En fin. Cállate.
Y no te disfraces de monja, correrías el riego de que una superiora avispada te secuestrase.
Te lo advertí.

VVRTSdCLRS

· LMA · & · CR ·

Entre palmeras... dijo...

Pues vaya usted que de ese arte de restauración no sé nadita de nada, del otro mucho menos, porque creo que desde la comunión no voy a la iglesia y de diarios ni te cuento porque si me hubiese dado a la tarea de hacerlo no alcanzaría el papel ni en Cuba que no había ni reciclado ni aquí que se me iría el salario comprando hojas.
Pero lo que sé, es que dejé hace casi un año por acá a una personita simpática que donde las dan las toma y canta verdades con una facilidad que ni veas.
Así que una vueltita por casa no viene mal.

Abrazos muchos

Noelia dijo...

Primero fue la política y ahora ¿religión? Que ya lo veo venir, el próximo de "pelotas".

Yo aprovecharía a modernizarlo un poco y darle una "nueva vida". Con el de Padua también tuve yo mis historias. Pese a que mi infancia la pase entre monjas, nunca he sido yo mucho de orar y menos aún de pedir favores, que luego ya se sabe. Pero alguien se tomó la molestia de pedirle a Don Antonio por mí, porque según esta persona es el patron de las almas solitarias y del amor. Y "bendito" el "olfato" del santo.

En qué líos te metes amiga...

Ginebra dijo...

Bueno, hay "restauradoras" que han saltado a la fama en un plis plas, se me viene a la cabeza la anciana restauradora del Ecce Homo de no recuerdo qué parroquia. Por lo visto han recaudado un pastón porque ha aumentado el número de visitantes y cobran por ver su obra...
En fin, sigues en tu línea crítica, ácida y mordaz y eso siempre es positivo y refrescante.
Besos

volvo dijo...

Ese Dicho ya me lo habían dicho, Ñoco, pero una es de memoria frágil y queda escrito que el inconsciente me puede. Sin embargo, esta "buena acción" no sentará precedente, no temas: aborrezco particularmente esta especie de "buitres" y "cuervos". Tomo nota, tomo nota. VVRTSdCLRS para ti también.


A las iglesias sólo entro para contemplar el Arte, Entre palmeras. También para bautizos, bodas y funerales porque soy respetuosa con las creencias ajenas. En cuanto al Diario, como verás, el último (casi) año, debido a las crisis, he tenido que recortar gastos en lápiz y papel y parece haberse convertido en un Mensualario, si me permites la expresión. También puede ser que la que esté en crisis sea yo... En fin, gracias por venir. Me alegra saber que sigues respirando. Abrazos para ti también.


Ains, Noelia, con las "pelotas" no me atrevo en estos momentos. Si con las cosas cotidianas de la vida ya me sale lo que me sale, no sé yo qué brotaría si me adentro en esas lindes.
Había pensado en darle un perfil más varonil, más humano, pero no quiero darles motivo para (más) cuchicheos y que me pongan (aún más) como hoja de perejil. Mejor llamémoslo... retos personales. Besos querida.


Uff, antes saltaría al vacío, Ginebra; tengo pánico escénico. De todas formas, por esa razón que apuntas, no vendría ni dios: ya se encargarían de relegar la imagen a un rincón, como ha estado los últimos años. Crítica, ácida, irónica sí. Mordaz me pilla de sorpresa porque nunca lo hago con mala intención, al menos no soy consciente de ello. Me alegra mucho verte por aquí. Besos.


virgi dijo...

El santo te lo ha de perdonar, mi niña, tienes un alma limpia y él sabe que fue por pura generosidad. Así que hasta puede que te vaya bien el disfraz de monja. Y ya puestas, te vienes por aquí y salimos las dos igual: de hermanitas de la caridad.
Un abrazo y gracias por hacerme sonreír.

volvo dijo...

Juas, Nos hemos" reído mutuamente, virgi, que falta nos hace. Leyéndote, mi espíritu ha sufrido una gran calma y me siento más segura para seguir con "mi empresa". Buena idea, las hermanitas de la caridad son más terrenales y productivas, y de paso me libro un rato de la clausura. Qué fastidio que no haya un puente desde aquí hasta ahí! Me pillas casi en la puerta: voy a la celebración del Año nuevo chino que me he enterado que este año va a ser "cañero" y además es mi signo... el Mono. Un abrabeso querida y gracias también por hacerme reír.


La utopía de Irma dijo...

Qué niño más bien criado, casi es más grande que el santo, más vale que los desconchamientos los tiene todos el santo.

Como se enteren los curas de mi barrio, según son, te veo restaurando a todos los santos y santas del mundo mundial, eso sí por los los siglos de los siglos.

Besines utópicos, Irma.-

volvo dijo...

Buscando el ángulo para mostrar la mejilla... el peque se ha chupado el plano, utópica Irma, de todas formas, en efecto, es un niño bien criado, vivedios. Del resto... ¡ni hablar!, todo esto queda entre nosotros. Besines para ti también.



Lucifer dijo...

Como a Ginebra, lo primero que me vino a la cabeza fue aquella restauración del ECCE HOMO (lo que me he reído con aquello); confío en que su sensatez y su "manitismo", hará que su labor no consiga más que el agradecimiento de la parroquia y el desinterés de los que se quieren reír gratis en internet (porque una buena labor no llega nunca a "trending topic".
La animo a dar lo mejor de sí para remendar al desconchado, y si puede mandarnos luego el resultado de su esfuerzo, miel sobre hojuelas.

volvo dijo...

Qué oportuna aparición, Lucifer!!! No imagina la confianza que me dan sus palabras para llevar a cabo esta empresa. Y dé por hecho que, salga como salga, daré cuenta del resultado. Qué dios le bendiga! Besos, besos.