1.3.10

Primer síntoma.


 En las rebajas ya no queda nada, ni siquiera lo que no quería ni la crisis. Cansada como estaba del asfalto y de las luces de neón, decidí seguir al estornino. Siempre pasa a la misma hora. Unos cuarenta y cinco minutos después de salir el sol, salga éste o no salga, se acicala el plumaje y acto seguido emprende el vuelo hacia los campos más cercanos para buscarse la vida. Pasa el día fuera, como un trabajador a jornada completa; cuarenta y cinco minutos antes de que anochezca lo veo pasar puntual hacia su rama del parque. No falla. Es este momento del día el que me llama la atención. Si no hay pájaros de ciudad, de la misma forma que tampoco existen las plantas de interior ¿Qué empuja a un pájaro a vivir en un árbol de ciudad? ...¡Parece tan absurdo!...




11 comentarios:

Miguelo dijo...

igual estaba perdido el estornino

josé rasero dijo...

Aquí siempre vienen en bandadas enormes. Nuestra lúcida alcaldesa los espanta a base de enormes petardazos.

Felipe Medina dijo...

Es radiante y maravilloso que los pájaros busquen el cobijo en el sitio exacto dónde son felices

La felicidad es encontrarse consigo mismo allí donde la vida se hace menos tortuosa


Besos

Belén dijo...

Jo, aunque no lo hubieras encontrado... con esas fotos y esa paz del campo, ni en rebajas!

Besicos

FJRT dijo...

Volvo, la comodidad de tener el carrefour cerca de casa digo del arbol, creo yo. Cuando no es un abuelito con comida, son unos papas con su hijo echándoles maiz a las palomas en el lago, y si no, un camarero que les desmenuza el pan con las manos del dia anterior y se lo echa en el cesped para darles de comer, mas o menos, lo que ocurre con los gatos, dale a uno un día comida y ya no te lo quitas nunca de encima y espérate que no te vengas unos cuantos..., pues con los pájaros pasa lo mismo.

Además creo que saben de leyes, en algunos lugares, municipios y ciudades, estan prohibidos atentar contra ellos, bajo sanción y de las gordas, te cargas una paloma, y te pasas toda la vida rellenando formularios, eso si no eres sentenciado a trabajos sociales, como poco. jajaja

Besos miles love

manu dijo...

Jeje, buen punto, tal vez ellos se preguntan algo parecido hacia nosotros, dirán: habiendo tanta tierra, tanto paisaje hermoso…por qué viven todos encimados como hormigas?

Lo cual, ciertamente, es muy absurdo.

Salutes y buena semana!

Gonzalo dijo...

VolVo... te han dejado Comentarios tan buenos...
me quedo con ellos, con tus fotografías. Con tu texto.
Sabes? se respira mucha tranquilidad en tu Blog.
Un beso (también urbano)

Alberto Tallón dijo...

¿qué empuja a una persona a encadenarse de por vida a un banco, a un salario, a una vida alienada, por cuatro paredes y un techo de hormigón?

saludos!!

Rodrigo D. Granados . dijo...

Me encantan las fotos de los almendros, y he visto en la del detalle, que se le quedó una almendra del año pasado.
Me llama la atención que un estornino ande solo; ¿no será un mirlo macho?, son un poco mayores que los estorninos pero tienen el pico amarillo y son de color negro azabache.

Jordicine dijo...

Te doy la razón. Yo, su pudiera elegir, viviría en el campo. La ciudad se está poniendo imposible. Un beso, VOLVORETA.

VolVoreta dijo...

Igual la que está "perdida" soy yo, Miguelo, los pájaros saben muy bien lo que "se hacen". Un beso.

La alcaldesa de esta ciudad procede de igual forma, Jose, pero vuelven. Un beso.

Felipe, sería perfecto que los humanos tuviésemos esa misma oportunidad. Un beso.

El campo me relaja un montón, Belén, tuve la oportunidad y me escapé :) Besicos.

Khorne, hoy en día te encuentras un Carrefour en cualquier esquina de los campos, no entiendo por qué prefieren pernoctar en las ciudades. Besos love.

A ese "punto" pretendía llegar, Manu, ¿por qué prefieren el hormigón a la naturaleza? no lo comprendo. Un beso y buen resto de semana.

Que yo consiga transmitir tranquilidad en esta ventana ya es un gran logro, Gonzalo, debe tratarse de la que me falta :) Un besazo.

AlberT, también me hago esa pregunta... Un beso.

Rodrigo, a mí también me llamó la atención la almendra, por ese detalle, me pareció un buen contraste.
Los estorninos, como bien apuntas, vuelan en bandadas. En realidad, aproveché la foto de la entrada anterior para "montar" este pequeño pensamiento de "huída" hacia la naturaleza que es dónde me encuentro "como en casa". Un beso.

Jordi, ese es mi "gran sueño", vivir en el campo...como las amapolas :) Un beso.