miércoles, 27 de febrero de 2013

¡Bon voyage!



Hoy, la gente como tú y como yo debería estar triste. Se ha ido una mente bienpensante: Stéphane Hessel fue una de esas personas que luchó por los demás, desde la resistencia, un ser que con sus noventa y pico años, logró con entusiasmo contagiarnos la esperanza de reconquistar un mundo mejor. Consiguió ponernos en pie a la voz de ¡Indignaos!, recordándonos que la vida, lo que entendemos por una buena-justa vida, hay que pelearla día a día para evitar que nos la roben los fantasmas de la avaricia. Debería estar triste, pero recuerdo su sonrisa y su coherencia y su esfuerzo y su vitalidad, y lo mejor que puedo sentir es agradecimiento hacia él, por recordarme que yo/tú no soy/eres nada si no es contigo/conmigo a mi/tu lado. Compañero Hessel, gracias por haber existido... Usted descanse que ya ha cumplido; ahora nos toca a nosotros poner en práctica su clase magistral. ¡Bon voyage!


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