Todo está controlado. Tal vez los documentales interesantes se emiten a propósito con nocturnidad y alevosía, en días en que los ciudadanos prefieren mirar para otro lado por aquello del merecido descanso. Entiendo que irse a la cama cabreado un domingo por la noche y empezar la semana bajo la presión de la indignación, del más todavía, te amarga la existencia hasta el viernes siguiente en que vuelve a girar la rueda del finde... y así sucesivamente. Todo está controlado. Lo sabemos, y sabemos por quién pero ¿somos conscientes de hasta qué punto?. Algunos se han dejado las pestañas para averiguarlo y mostrárnoslo. Pero, ¿cuántos lo sabemos?, y ¿qué se puede hacer? si formamos parte de una mierda tan grande que no hay dios que la limpie.
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