miércoles, 16 de febrero de 2011

Antenas en la niebla.


El cerebro es una máquina alucinante… 
Domingo por la noche. El Sr. Punset entrevista a un neurocientífico que le revela la forma en que nuestro cerebro va tomando decisiones por nosotros, con tanta rapidez que ni nos enteramos...Concluye que, muchas de las que nos parece  tomar a nivel consciente, nuestro inconsciente va por delante siempre.

Mismo día. Diecisiete cuarenta y cinco. AP-7. Velocidad rutinaria de autopista. Una recta. Un tapacubos viene rodando por la derecha hacia el arcén. ¡Objeto fuera de lugar!, mi inconsciente trabaja a destajo. El coche que va delante de mí lo esquiva por  la izquierda, cotilleando "a ver qué pasa", dejándome el espectáculo al desnudo: una peonza roja de unos mil doscientos kgs. zigzaguea dudosa unos segundos, recula inesperadamente y se queda clavada en el arcén, con las ruedas traseras pisando las hierbas al mismo tiempo que me acuerdo de la madre de la tortuga boba que, hace apenas unos segundos, esquivó el proyectil rojo que ahora tengo a unos pocos metros. Se me encoge el pecho desplazando el corazón al cerebro. Mi consciente se mueve al ralentí. No me da tiempo de sentir miedo, éste, espantado, entra  en estado de shock, espoleando al instinto de supervivencia. Nadie detrás. Intermitente izquierdo. Me sitúo, como puedo, detrás del imbécil que ya ha decidido apretar el acelerador para hacer mutis por el foro. Intermitente derecho. Compruebo la situación por el retrovisor con intención de parar si es menester. Dos siluetas salen por su pie. Decido seguir…tengo al pelotón  de domingueros detrás, y por la izquierda… todos con prisa por llegar.

¿Qué hubiese pasado si no reparo en el objeto fuera de lugar? ¿Y, si hubiese salido del lugar de origen diez minutos antes, o después?

Mi sangre fue reconquistando su lugar habitual pero aún siento un temblor en las piernas, y muchas preguntas rodando en la cabeza. Yo, que odio las despedidas a la francesa...



15 comentarios:

Felipe Medina dijo...

Lo que cuentas es tremendo y para ponerse histérico de miedo

Besos,Volvo

interpreta-sones dijo...

un tapacubos rodando por la autovía activa todas las alarmas, desde luego, bien por tu pericia al volante, por decidir correctamente en milimésimas de segundo. asusta luego pensar que habría sido muy fácil tomar cualquier otra fatal decisión. bien hecho fitipalda!

Belén dijo...

Y lo mejor es que cuando lo piensas en frío, ¿a que te tiembla todo?

Me alegro que me lo cuentes, eso es que tu cerebro trabaja fenomenal...

Besicos

Daniel García-Sala dijo...

Coño, que susto.
La foto chula. La niebla siempre es resultona, aunque una pequeña mascara de enfoque no le sentaría mal (creo)
Un beso.

Aniña (@vampyevil) dijo...

A mi me paso con un cono de esos de obras el de delante le golpeo y me reboto aun tengo el susto en el cuerpo... y reaccione pero el susto duró unos minutos.

josé rasero dijo...

Yo tengo pocas respuestas, por no decir ninguna, y un miedo pegajoso...
Pero la fotografía, con esas leves capas, me enamora...

Besos, Volvoreta!

sabores compartidos dijo...

Una muestra más de que no nos conocemos ni sabemos como actuariamos en ciertas situaciones me alegro infinito al cubo de que en esta ocasión reaccionaras de la forma en que lo hiciste y de la suerte (no se te olvide) que tuviste. Olvidaló cuanto antes porque recordarlo solo sirve para volver a pasarlo mal. Bienvenida de nuevo Volvo. un beso

belijerez dijo...

Peaxo de cerebro y puesta a punto!!!

La niebla sólo para relajarnos, jamia que fuerteeeeeeee!!!.

virgi dijo...

En el momento menos pensado, un tapacubos, un objeto tan nimio, nos lleva a reflexionar sobre la vida y la muerte.

Anónimo dijo...

Un beso para tu cerebro que por lo que veo funciona a la perfección.
Hay que ver la máquina que tenemos en la azotea, imposible de llegar a descubrir su mecanismo, por más que lo intentemos.

Saltinbanqui dijo...

Y si ... y si.... y si nada, las cosas son como son y no hay q pensar mas.
:)

Esilleviana dijo...

Muy bien descrito y sobre todo, cómo somos capaces de reaccionar con independencia de los conocimientos y creencias que tenemos conscientemente. Hoy un compañero contaba algo parecido: nos comentó cómo un amigo suyo, persona respetable en el pueblo, serio, formal... una noche bebió más de la cuenta y en el momento que la guarda civil les da el alto, deteniendo el coche en el que viajaba, a la vez que conduciendo se inventó un papel único: le explicó al guardia civil que no podía soplar porque le acababa de dar un infarto al corazón y si expulsaba el aire de sus pulmones corría el riesgo de morir allí mismo, todo esto entre aspavientos, alaridos y un papel bordado con un diez en interpretación... la mente es poderosa...

Una lectura interesante.

saludos.

Olga Ricci dijo...

Estupenda imagen para hilvanar a tu relato... Nuestro cerebro es de verdad una máquina alucinante...sus neuronas son como esas antenas en la niebla que tan bien has fotografiado amiga! (casi ni las vemos, pero produce la magia de comunicarnos, aún en circunstancias adversas)
Besos australes!

Edward Gryffindor dijo...

Hoy no comento. Besos, muchos besos.

alfonso dijo...


· Ufff. Trabajamos rápido. Respondemos bien... en lo automático.
¿y en lo otro?

· REvolVoRtas vEloCes

CR & LMA
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