jueves, 3 de febrero de 2011

Onírico.

Relato XV


(el anterior)


No me gusta hablar (ni en público) de recetas de cocina. Lo pienso mientras preparo los componentes que se convertirán en albóndigas: carne picada de cerdo y de ternera (fifty/fifty), un diente de ajo muy trinchadito (hasta que pierda el espíritu), perejil picado (a discreción), un huevo fresco (sin cáscara ¡claro!), pan rallado (sin pasarse) y un poco de sal (la que quepa entre tres dedos: pulgar, índice y corazón). Para mezclarlo todo no vale utilizar utensilios (salvo el cuenco-contenedor)…en cocina, hay que utilizar las manos, sin reserva, hasta las muñecas, con mimo y respeto porque luego se agradece en la boca.

Entro en los ingredientes con el fin de homogeneizar el conjunto, lo remuevo, lo aprieto con cariño, aumento la presión para que tomen contacto entre sí, asegurándome de que nadie se escape, se amotine, o se esconda. Me lavo las manos. Lo dejo reposar todo mientras preparo la sartén con  aceite y una olla al lado, me fumo un cigarrillo, y me escapo unos minutos por el cristal de la ventana donde se dibuja el mar (la mar), azul tranquilo, con el sol de mediodía acariciando las olas y las gaviotas juegan a perseguirse porque sí

Regreso al cuenco con los dedos soñadores (inmaculados), los espolvoreo con harina y separo del conjunto como una cucharada (más o menos) de la masa olorosa, aprieto (un poco) la carne entre los tres dedos de sal para darle una nueva forma (aún es un boceto) y la deposito sobre la palma de la mano. Como es incapaz de hacer nada ella sola … la cubro con la otra mano (en el hueco de ambas escondo un tesoro) y procedo a girar las manos coordinadamente para que su roce le confiera la forma deseada, uniforme, compacta... Es absurdo, me digo, a quién puede interesarle lo que ingiero ... ¡si al menos fuese capaz de contar lo que pienso...! ...

Rogamos disculpen esta interrupción, debida a una repentina bajada de tensión, totalmente ajena a nuestro servicio……

... Y así una tras otra, hasta vaciar el cuenco. Me lavo las manos. Concentré de viandes al aroma de Thymus (teorizo), quedaría mucho más ¿distinguido? que “Albóndigas al tomillo”, y tendría la satisfacción del reconocimiento a un trabajo bien imaginado, además suena a exquisitez, para paladares de alto estanding nutridos más por apariencias que otra cosa. En el aceite caliente voy depositando las esferas (su forma definitiva), volteándolas con cuidado para que no se chamusquen (ni me queme). Cuando están ligeramente doradas las introduzco en la olla que está (esperando) al lado, agrego el aceite de la fritura, y la pongo al fuego. Espolvoreo una cucharadita de tomillo y dos pulgaradas de orégano, le doy una vueltas y las cubro con agua (¡¿Qué sería de esta receta sin su salsa?!) Dejo cocer unos treinta minutos (más o menos), a fuego muuuy lento…como debe ser.


24 comentarios:

Felipe Medina dijo...

Sólo puede decir que la imagen-foto me da sensaciones de lejanía y espera.Escapas sin trocear un ápice de tu presencia(qué sensaciones nos tra el lenguaje)

Besos,Volvo

Polix dijo...

La foto es rara y atrapante.
Salu

Olga Ricci dijo...

Amiga...He leído tu receta con un placer que todavía me sorprende!!!
No me gusta cocinar y creo que lo último que leería con interés es una receta de cocina. Pero te juro que me atrapaste! He quedado fascinada con tu manera de contarlo. Así me gustarían que fueran todas las recetas que por allí andan circulando, con esos ingredientes tan sutiles que le pones y esa manera tan especial de hacerlo.
La imagen es bellísima, de verdad, onírica, como tu receta que parece escaparse de un sueño.
Volvo, gracias por hacerme ver de otra manera una receta de cocina! :)
Besosssss

interpreta-sones dijo...

no tengo muy claro si estás hablando de albóndigas, pero eso tiene una pinta gloriosa!!

Elena Lechuga dijo...

entre la imagen y la manera de escribirlo, hasta una receta te sale poética!
(me ha encantado lo de quitar la cáscara)

Belén dijo...

Yo no sé ni fotografiar así ni cocinar albóndigas... jajajajajaj

besicos

Esilleviana dijo...

Es precioso, estoy sorprendida. Además de preparar una receta con todo el amor y cariño con que se han de preparar los alimentos que más tarde nos proverán de energía y vitalidad, es toda una metáfora de la vida, es como cuidar de un hijo o cómo dirigir nuestra vida y enriquecernos con los demás ingredientes que nos rodean... está genial, enhorabuena escritora.

saludos.

Pulala dijo...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

Pulala dijo...

Me ha encantado ir saltando al anterior y al anterior y al anterior... :) Como buceando...
Y la imagen... si miras, ves poesía en cada lugar.
Besos

ÁFRICA dijo...

Hola creo que he sido capaz de captar bien tu receta, que no solo es de cocina, es mucho mas una forma de ver la vida.
Un beso muy fuerte la imagen genial.

Daniel García-Sala dijo...

Los piñones, ¿que pasa con los piñones? ;-)

Murphy White dijo...

Hacía tiempo que no pasaba por aquí... Bonita foto y mejor relato.

virgi dijo...

Si lo que te traes entre manos es como la foto, fenómeno!
Besitos

Saltinbanqui dijo...

Tu lo has dicho, como debe ser.
:)

Alberto Tallón dijo...

Nunca me hubiese imaginado que se pudiese explicar una receta de albóndigas de una manera tan interesante, ¡esto supera al cachondo de Arguiñano de calle!

Por cierto, como me he identificado con el momento cigarrito mientras se espera que la comida se vaya haciendo...yo si estoy de buenas, lo acompaño con un culín de vino tinto...

saludos!

Max B. Estrella dijo...

Creía haberle dicho que la foto me parecía soberbia; la diferencia entre las luces hace que no sea sencilla en absoluto
Ahora, lo de las albondigués al tomillé es para diploma, sobre todo por el curro que le echa
Si le sobrara alguna, hay un servicio nuevo de SEUR que envía albóndigas calientes a cualquier lugar de la península

VolVoreta dijo...

Qué sensaciones nos trae el lenguaje...Felipe, practico tanto el escapismo que he conseguido hacer creer que estoy presente, cuando en realidad me paso el tiempo en el limbo. Besos.

Polix, a mí también me sorprendió el resultado de Picnik. Un beso.

Olga, es real que aborrezco hablar de cocina pero ese día la foto me inspiró el tema. Si te atreves a probar...y sigues los pasos, cuéntame la experiencia. Besossss.

¡Qué agudo, Raúl! Un beso.

Gracias, Elena, me parecía importante aclararlo :). Un beso.

Eso es porque no lo has intentado, Belén...Prueba un fin de semana. Besicos.

No lo había visto así, Esilleviana; me parece muy acertado lo que dices. Un beso.

Pulala, ¿has tenido la paciencia de ir a los anteriores?...estarás hambrienta :) Besos guapa.

Sí África, algo así iba incluido entre líneas. Un beso fuerte para tí también.

Daniel, esta receta no lleva piñones, ya sé que aquí es típico pero...no me gusta encontrar cosas raras en la boca :) Un beso.

Murphy, me alegra mucho verte, echaba de menos tus historias. Gracias. Un beso.

Virgi, es un secreto. Besitos.

Saltin, cocinar lentamente...como debe ser :) Besitos.

¡Ostras, AlberT! mira que es difícil superar a Arguiñano si me dijeras a Adriá que con un poco de nitrógeno soluciona una cena...¡Él sí que lo tiene facíl! Lo del vinito no es mala idea. Un beso.

luzbelguerrero, con lo de soberbia y diploma me ha dado un subidón como si me hubiese tomado una copa de vino. Para la siguiente tanda se las envío aunque sea a Palencia. Un beso.






Gracias a todos por compartir mi mesa.

ANRAFERA dijo...

Reflexiva fotografía y con detalles. Muy buena. Saludos y que tengas un buen día.
Ramón

alfonso dijo...


· Hay que hablar con Arguiñano para que te copie el estilo. Que suprima sus chistes burdos y añada poesía. Tal vez te contrate.
¿Cuando vamos a comer?

· revolteretas de albondiguetas

CR & LMA
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VolVoreta dijo...

Gracias Anrafera, da gusto levantarse y leer buenos deseos. Un beso.

Ni hablar, Ñoco, sólo cocino en privado; la mesa siempre está dispuesta. Revuelto de volteretas para tí.

La Casa del Viento dijo...

No se si comerme el fruto de esa receta, me apetece pensar que son frutos del árbol del bien y el mal.

Elegante y sensual forma de cocinar, para que luego digan que engorda.

Gracias Cocinera de Emociones.

Anónimo dijo...

Hola Volvo pasaba a saludarte y aunque no te lo creas, hoy he comido albóndigas.

Un saludo

Rocío dijo...

Qué pasada de foto!!!!

Besos :D

VolVoreta dijo...

Esteban, eso dependerá del apetito que tenga, además, siempre hay posibilidad de que el fruto sea del bien ¿no?...De nada, ha sido un placer. Un beso.

Bardinda, claro que me lo creo! Gracias por pasar. ¿Hace tiempo que no actualizas, o se me ha pasado alguna entrada? iré a comprobar.Un beso.

Me alegro de que te guste, Rocío. Besos para tí también.