
Hoy, hace un año…
No tenía ni idea de lo que era un blog. Me llevó cuatro o cinco horas crear este rincón. Pensé que podría ser un buen terreno donde liberar el peso enorme que se me había instalado en la vida como una piedra gigante en medio del camino… un cuaderno donde poder expresar, a MI manera, las formas que le daría a aquella piedra para poder convertirla en fina arena.
Una de las cosas que me hacen feliz es la fotografía. Con una cámara y un lugar nuevo en el que descubrir sombras, naturaleza, situaciones que me hagan sentir…me “olvido” del mundo absurdo que nos rodea. Qué paradoja…inmortalizar el olvido!
Hoy, hace un año...
Empecé abriendo archivos y saltaron un montón de fotos y algunas palabras surgidas de pensamientos capturados en el devenir de los días. Palabras que cuando no “encuentro” las busco hurgando entre los hilos de la red tan rica en culturas…una nueva forma de aprender.
Mi empeño ha sido (es) tratar de unir ambas, con coherencia y respeto.
Hoy, hace un año…
Ni siquiera imaginaba que alguien pasase por aquí...
Llegaron las primeras visitas y con ellas regalos dejados en forma de “otras” palabras. Palabras, todas, grandes y pequeñas, que me acompañaban y, sin saberlo, participaban, ayudando a desbastar, debilitar la piedra.
Esas “otras” palabras fueron tomando cuerpo con nombre, pensamientos, corazón, manos que al otro extremo de los cables teclean dolor, risas, anécdotas, curiosidades, realidad, callejones, sensualidad, inquietudes, sueños, viajes, dudas, deseos…
Hoy…
No puedo imaginar que…dejéis de hacerlo.
Hoy...
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