Top secret.

En una ocasión paseando por una calle cualquiera de una ciudad sin nombre entré en un anticuario de libros. Paseé entre las estanterías acariciando lomos estrechos, anchos, viejos, destartalados, raídos y hasta roídos. Pasado un buen rato y empapada de historias, salí con el “Tratado sobre imposibles viables”, perfectamente envuelto, entre las manos.
La impaciencia me consumía como si fuese una vela.

Las páginas se sucedían en capítulos muy cortos y de temática diferente.

“La otra cara de la luna”, leí, capítulo 29,53.

"La otra cara de la luna podría ser un complicado sistema de archivos de memoria dónde se estarían almacenando los pensamientos idealistas y soñadores emitidos por los humanos, provistos de esa capacidad, desde el principio de los tiempos. Éste sistema sería capaz de filtrar y clasificar, mediante una técnica muy sensible y de forma instintiva, a los Ilusos, Románticos, Quijotes y Utópicos.

La finalidad de este almacén de sueños, si cundiese la desesperanza, sería evitar la desaparición de la esencia de la vida.

Tal es la perfección del mecanismo que, llegado el momento, empezaría a girar sobre su eje hasta alcanzar una velocidad inmedible. Esa fuerza centrífuga esparciría su tesoro de ideas por el cosmos, los rayos de sol las atraparían y serían los encargados de reponerlas con la luz.

Éste sistema de archivos tendría, además, una sección muy especial.
Albergaría, como oro en paño, los Espíritus intactos de aquellos que se fueron, obligados por el guión, y no vieron cumplidos sus Sueños a pesar de haberlos tenido.
Estos Maestros serían los guardianes de esa Fuente inagotable de Fantasía y velarían por mantener con Vida la Imaginación."

Gracias a Jaime Villanueva por permitirme el enlace.