
Monasterio de San Vicente do Pino-Monforte de Lemos-Lugo
El hábito no hace al monje...
Hace mucho tiempo…conocí a un hombre apuesto, culto, con sentido del humor que tenía una pequeña empresa con varios trabajadores y una importantísima facturación. Vestía pantalones vaqueros, camisa de colores con cuello “mao”, barba a lo Lincoln y los cabellos largos recogidos en una coleta con una goma de lycra.
Siempre llevaba una carpeta llena de papeles con notas a mano, ofertas para sus clientes y catálogos…repleta como si fuese al “Insti”; teléfono móvil en el bolsillo de la camisa y se desplazaba en una furgoneta, de esas tipo repartidor de 3 puertas, dónde llevaba alguna herramienta imprescindible para el desempeño de su trabajo. No importaba la hora de la noche a la que sonase el teléfono, las averías no tienen horario fijo, él acudía a solucionar la emergencia o al menos intentarlo, para que al día siguiente fuese alguno de sus trabajadores a rematar la faena.
Sus trabajadores tenían un buen sueldo. Invitaba a comidas a sus amigos y, siempre que lo consideraba oportuno, los ayudaba económicamente, sin que se notase y de forma altruista.
Cerraba las operaciones con sus clientes y proveedores con un apretón de manos y el trato así firmado “iba a misa”.
En una ocasión, en una visita de cortesía a uno de sus clientes trajeados con fantásticos coches aparcados, este al verlo llegar le dijo:
-Cuando te vas a comprar “un buen coche”?
A lo que “mi” empresario contestó sonriendo:
-Si quieres, a partir de hoy, te incremento mis ofertas un 50%…
Siempre llevaba una carpeta llena de papeles con notas a mano, ofertas para sus clientes y catálogos…repleta como si fuese al “Insti”; teléfono móvil en el bolsillo de la camisa y se desplazaba en una furgoneta, de esas tipo repartidor de 3 puertas, dónde llevaba alguna herramienta imprescindible para el desempeño de su trabajo. No importaba la hora de la noche a la que sonase el teléfono, las averías no tienen horario fijo, él acudía a solucionar la emergencia o al menos intentarlo, para que al día siguiente fuese alguno de sus trabajadores a rematar la faena.
Sus trabajadores tenían un buen sueldo. Invitaba a comidas a sus amigos y, siempre que lo consideraba oportuno, los ayudaba económicamente, sin que se notase y de forma altruista.
Cerraba las operaciones con sus clientes y proveedores con un apretón de manos y el trato así firmado “iba a misa”.
En una ocasión, en una visita de cortesía a uno de sus clientes trajeados con fantásticos coches aparcados, este al verlo llegar le dijo:
-Cuando te vas a comprar “un buen coche”?
A lo que “mi” empresario contestó sonriendo:
-Si quieres, a partir de hoy, te incremento mis ofertas un 50%…
16 comentarios:
Creo que aquí se aplica eso de dime de que presumes y te diré de que careces". :)
Hombre, apuesto, culto, con sentido del humor, vestía vaqueros, con palabra y que miraba por sus trabajadores...?
De verdad hay hombres así!!?
Perdón! quería decir;
...."empresarios" así?.
(suspiro)
Queridos Reyes Magos; este año he sido muuuuuuy buena....
Excelente historia, SUPER inspiradora!
Suena bonito, uno entre mil
Pues me ha gustado mucho, VOLVORETA. Un beso.
Buen empresario y mejor persona.
Un besito y buen miércoles
Que bueno!!
Es complicado encontrar este tipo de personas en general, cuanto mas en jefe!!
Me ha gustado mucho, guapa.
...sigue. Y que le contesto?
Ante todo debe de primar la sencillez.
Mi vida siempre fue con negocio de bastante escala y las visitas siempre eran de traje corbata y maletín...
Cual es el problema, que detras del traje no hay nada y punto.
Cuando estaba en la oficina esperando y entraban con ese porte, lo primero era darles dos viajes y ponerlos en el sitio y luego empezar hablar en serio.
Luego viene el otro "tipo" el trabajador nato, que supresencia es de el hombre de a pie, pero con un mundo recorrido a sus pies, que cuando necesitas saber algo esta ahí y ese el ser que me llena y vale, pese a quien le pese.
A parte depediendo de la Autonomia de donde se sea hay mucha diferencia y precisamente de ahí hay que echarles de comer aparte, he tenido la inmensa suerte de tener much@s gente de esas partes y son inigualables, sólo tienen que no se abren pero todo lo demás perfecto.
Un brazo y feliz finde.
Yo conozco un empresario que cuando un cliente le pide al fiado éste le pide que le enseñe las manos, ganándose su confianza quien las tiene más encallecidas y estropeadas.
Las cárceles están llenas de hombres que en la calle vestían traje y corbata. Y ya que has dicho tú que el habito no hace al monje, yo te añado que aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
Si lo deseo...
Ese empresario ejemplar...
ahora mismo estará considerando que hacer con su banco habitual. Mientras, invitará a merendar a sus trabajadores.
Biquiños
________
________
No puedo contestar en otro lugar...
(por correo, por ejemplo)
La casa, tal como dice el pie de foto, está en Foncebadón, León, al pie del Camino de Santiago.
Esta historia es real.
No era un hombre perfecto, era una persona leal a sus ideales y a sus amigos.
...su cliente sólo pudo sonreir porque...la respuesta le dejó KO.
Su socio lo traicionó y por no dejar a sus trabajadores en la calle...aceptó las infames condiciones de quién le había traicionado.
Murió hace cuatro años víctima de un anestesista negligente en una intervención "sin importancia".
...ya no le preocupa la crisis, aunque de haber estado...era un ser con recursos y estoy segura que la hubiese "capeado".
Gracias a todos por comentar.
Os dejo un beso y una sonrisa. Snif.
Una filosofia de vida a exportar.
un abrazo
http://pavellondelaluna.blogspot.com/2008/06/accin.html
Eso y un abrazo cálido para ti amor.
Todo el tiempo que lo necesites.
Un besito (suave)
Pasoo de nuevo para desearte un buen fin de semana.
Un besito!!!
Estupenda persona y buen empresario.
Un saludo
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