viernes, 8 de junio de 2012

¡Algo hay que hacer!


Con el rabillo del ojo lo he visto pasar. No sé dónde se habrá metido pero ya me he preparado para un posible ataque. Me sube la adrenalina hasta la mitad. Ha vuelto, lo siento detrás de mi, en alguna parte. Me giro. Voy hacia él, decidida, pero con cautela. Lo desafío con la mirada, en silencio, que no lo conseguirá. Me mira con indiferencia; no se lo cree pero, por si acaso, sale volando. No puedo irme tan tranquila sin rematar la faena, sé que si no acabo con él, él acabará conmigo hecha un colador. ¡Por ahí vuelve, derecho hacia mi! Recopilo valor, y abriendo las manos de forma nada calculada... ¡Plasss!... Alucino con la puntería. He debido herirle mortalmente porque ha caído esparrancado dentro del lavabo. Sí, no mueve ni la intención. Certifico la defunción y abro el grifo; el cadáver desaparece por el desagüe mezclado con la espuma del dentífrico.  Ya puedo acostarme, ¡espero que no haya pedido refuerzos!. Por si las moscas, hoy me pongo la ɐʇәs!ɯɐɔ.








La palabra en negro es un enlace :)


No hay comentarios: