viernes, 15 de junio de 2012

Bares, ¡qué lugares!




Demodé no significaba nada para ella; una palabra más en el diccionario, un concepto efímero e insignificante en su modo de entender la vida. Una sonrisa franca tiene más glamour que un esmoquin  de Yves Saint Laurent -solía pensar, a pesar de vestir siempre pantalón. Por eso no se extrañó cuando el desconocido de la mesa contigua, invitándola a entrar en la conversación, le dijo "Yo te conozco; frecuentábamos los mismos Pubs. Ibas siempre en compañía de una amiga". "No recuerdo, respondió amablemente para no herir su metro ochenta, los lugares que mencionas me suenan, es posible que alguna vez fuese por allí, pero después de veinte años...". "Estoy seguro; no se me olvida una cara". ¡Hay que ver lo que le cuesta a algunos dar un paso al frente! –reflexionó divertida, recordándole perfectamente.
Ya se imaginaba la charla mensual con don Máximo... ¿Vos, ese día, vestía pollera? –Sí, hacía un calor tórrido ese lunes. Ustedes se comunicaron con el subconsciente, queridaÉl quiso decir: -No sabía que tenías piernas. Y vos, con su facilidad para la evasión-Pues sí. Además, son de las que con suma facilidad echan a correr.



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