domingo, 10 de junio de 2012

Rutinax.


¿Puede haber algo más rutinario que hacer la cama cada mañana? Sí, ¡deshacerla por la noche!. Podría, entonces, dejarla alborotada, y camuflar el instinto entre los pliegues formados bajo mi cuerpo, entre las sábanas. Es necesario que estrene los días borrando  las arrugas que dependen de mí -lo pienso, y así debería ser. En la práctica, a menudo, persiguiendo tu sombra, esos meandros se convierten en la compañía que deseo para derramar mi me...
Esta mañana es como la mayoría de las domilsetecientas pasadas, sólo que la piel se siente cada vez más morena... con lunares blancos,  demodée.



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