domingo, 28 de septiembre de 2008

Sin ventana

Relato II (2º intento)



Hoy tengo el día tonto. De esos que cuanto más te empeñas en disimular más te traicionan, de esos que deseas escribir lo que se te pasa por la cabeza, a modo de autoanálisis, y no lo consigues porque tus pensamientos van rápidos como una liebre y tus pulsaciones en el teclado son de suspenso en un examen de velocidad o, de repente, se ponen a cámara lenta, como en una moviola, tus dedos se convierten en plomos y ya no consigues coser las palabras para darles sentido.

Supongo que a ello ha contribuido la meteorología que anunciaba anoche la superchica del tiempo: chubascos intensos y viento fuerte de levante. Me acordé de los menorquines. En una ocasión había escuchado que el porcentaje de suicidios en Menorca era tan elevado que se pusieron a investigar las posibles causas de tan terrible decisión, llegando a la conclusión de que el culpable era…los vientos que soplaban constantemente en la isla. Para volverse locos!

Aquí no da para tanto.

En el mejor de los casos, este día desapacible, me podía dar por planchar la ropa que he ido amontonando encima de la cama de invitados como si fuese una parada de mercadillo de todo a 1€, tarea postergada día tras día en un intento de estirar los últimos soles del verano a pesar de que este año san miguel ha pasado de largo, haciéndome notar su ausencia.

Interesante sería continuar con la lectura que empecé hace un par de otoños, mejor aún, retomarla desde el principio porque, a estas alturas, he perdido completamente el hilo y no se puede llevar un libro al cementerio sin antes haberlo leído. El problema es que para leer necesito tranquilidad, concentración y hoy no dispongo de estos ingredientes.

También sería un detalle por mi parte dedicar unas horas a poner a punto las plantas de la terraza…y las del salón…nunca han estado tan abandonadas. Demasiado tiempo han aguantado sin mimos, apretadas en esos campos llamados macetas y, aún así, tienen ganas de florecer. Cuan generosa es la naturaleza, qué incondicional y como se aferra a la vida!

Podría volver a modelar arcilla; amasarla, manosearla, aplastarla, acariciarla, inventarle volúmenes o, dejar que ella se me meta entre las uñas, me cubra la palma de las manos, se me cuele entre los dedos guiándome para tomar forma; caras, cuerpos, bustos…y me deje la cara manchada cuando me aparte el pelo para darle una calada al cigarrillo.

Hoy no da para tanto..

Con la lluvia, el viento, la nostalgia … melancólica y ausente como un espantapájaros con el llanto congelado en medio del Ártico...hoy quiero lo Imposible...

5 comentarios:

Carmen dijo...

Ay mi niña, ¿está lloviendo?, hazme un favor, abre la ventana, cierra los ojos y HUELE... ¿recuerdas ese olor?... se llama VIDA

Sabes que te quiero, ¿verdad?

Te daría un millón de besos, pero es que son tan pocos...

VolVoreta dijo...

"En estos momentos acaba de escampar y veo un rayito de sol".
después de 3 semanas, apareces hoy...cuanta suerte tengo.
gracias, gracias, gracias
Un abrazo corasssón

Unknown dijo...

Joder, se me han puesto los pelos de punta. Es espectacular como escribes. Un beso.

Vitalnn dijo...

Lo imposible??? Yo también lo quiero, iniciamos el camino???

VolVoreta dijo...

Alberto,
estoy practicando...
Un beso para tí tb.

Vitalnn,
Te deseo que nunca llegues a desear este "Imposible"...pero me apunto a cualquier otro.