martes, 10 de noviembre de 2009

Único testigo.



Camuflada como estaba, detrás de una cortina translúcida, porosa a más no poder, percibía la vida que desfilaba ante sus ojos sin participar en el hervidero que suponía era el transcurrir de los días de la multitud. Sin que nadie pudiera verla, se había convertido en testigo mudo de ella misma, pegada a una ventana.

¿Cuánto tiempo hacía que no paseaba? ¿que no regalaba palabras? ¿que no miraba de frente a los transeúntes? Había perdido su alma de viajera en una habitación blanca, con una cama blanca y una mesilla blanca donde posaba, erguida, una botella de agua sin estrenar y un vaso blanco de plástico liso, y un teléfono móvil reposaba con desdén, activado en modo silencio, en stand by…quieto como un muerto…como si le hubiesen vaciado, con una sola llamada, la batería.

Una ventana a la que muchos miraban y algunos observaban como si fuese una pantalla de cinematógrafo en la que se exhibía alternativamente infortunios, paradojas, metáforas; fotogramas que pasan a toda velocidad confundiendo la retina, rayando la incoherencia…señales de algún tipo de vida, de humo no más, cuyo significado sólo ella entendía.

Una película en la que cualquier parecido con la ficción era…pura coincidencia.

11 comentarios:

Gonzalo dijo...

Una película... con final?
O aún esta por decidir?

Un beso

Dean dijo...

El guión lo estamos escribiendo ahora mismo, procuremos que tenga escenas brillantes, divertidas y que se mantenga el interés del espectador en todo momento.
Un saludo.

Belén dijo...

El final estará por decidir...

Besicos

Felipe Medina dijo...

tras la ventana
tras la vida
en la vida
en soledad
paseando miradas
escuchando la insolencia
o lo imposible
para seguir existiendo
aunque sólo sea
en pantallas capturadas.


Un beso

Vanille Galaxy dijo...

Dioses, estoy enamorada de tu blog :)

alfonso dijo...

• con la mirada revoloteando…

Quizá se mirase a si misma desde otra ventada, a modo de espejo, y en cada imagen reflejada pudiese ver lo que había sido y lo que estaba por ser.
Un silenciosos reloj daba un segundo por campanada.

• Volvoretas y volteretas
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CristalRasgado & LaMiradaAusente

Alberto Tallón dijo...

¡Qué buena vista! la chica de la ventana asusta un poco...ahí protegida del mundo, observando...

Un saludo!

Gaby dijo...

¡Que bonita historia!.
Y es que cada persona es una historia tan diferente, cuando viajo en avión (que no es muy seguido que digamos), suelo entretenerme inventando las historias de los presentes.
¿porque viajan?, ¿acaso para ver a un ser querido?, ¿o para despedirse de el?, ¿van a un nuevo trabajo?, ¿se estan mudando?.
En fin. :P
Te dejo saludos.

Juan dijo...

Sí, la vida hay que vivirla, no observarla, ni pensarla, ni imaginarla o suponerla.

Saltinbanqui dijo...

A veces me sorprendo viviendo mi vida desde fuera, igual que tu protagonista.
:)

Elena dijo...

Vivir da miedo,y, encontrar el valor para participar de la vida a veces se hace imposible.
Besitos