Tatoo.

No sé qué ha podido pasarle a mis cuerdas vocales. Tengo una especie de A-fonía que podría llamar pidiendo un rescate sin necesidad de poner el típico pañuelo en el teléfono para distorsionar la voz.  Tiene gracia, con lo poco que me gusta hablar y sin embargo hecho de menos mi música. Claro que tampoco tiene demasiado sentido hablarme a gritos. Con las palabras y posibles expresiones que me vienen a la mente, en estos momentos, ya tengo bastante. Se me ha subido un poco la ironía a los ojos  (sí, sí), pero ésto no se puede comprobar. Así que dejaré la nota escrita, en un cartelito, a los pies de esta belleza:

""Tú, que estás de paso por aquí, no mutiles mi hermosura.

Antes de sacar la navaja para

dejar constancia de tu estupidez...

imagina, por un instante,

que tus pies están enterrados,

que no puedes moverte en absoluto,

que estás desnudo. 

Que llego yo

con mis poderosas espinas

y te doy un zarpazo

de arriba a abajo...

Ahora,

disfruta de mí

sin hacerme daño.""